En el mundo de la robótica industrial, cada cambio normativo es una oportunidad para revisar, ajustar y elevar nuestros estándares. La reciente actualización de la norma ISO 10218 (2025) —relacionada con los requisitos de seguridad para robots industriales e integradores de sistemas robóticos— llega en un momento clave, donde la automatización crece de forma acelerada en múltiples industrias.
Como integradores, nuestro rol no se limita a implementar tecnología, sino a diseñar soluciones completas que funcionen de manera eficiente y segura, considerando los entornos reales donde convivirán personas y máquinas. Esta actualización es una llamada de atención sobre ese deber compartido y una invitación a mirar más allá del robot, poniendo el foco en el diseño integral del sistema.
A continuación, compartimos una reflexión de Pablo Sánchez, CEO de PAT Industrial, sobre esta actualización y su impacto en nuestro trabajo diario:
“La ISO 10218 se actualizó este 2025… y vale la pena prestarle atención ya que trae muchos cambios.
Como alguien que trabaja codo a codo con robots todos los días, creo que esta actualización viene a recordarnos algo fundamental: la seguridad no es un accesorio, es parte del diseño.
Y no me refiero solo a los sistemas de seguridad que ya traen los robots de fábrica. Me refiero a cómo diseñamos la solución completa: desde la integración de los componentes, hasta cómo ese sistema será operado día a día por personas reales, con errores humanos reales, en entornos reales.
La norma insiste en que la seguridad no es responsabilidad exclusiva del fabricante del robot.Es más, la nueva normativa se separa en dos apartados; Uno para fabricantes y otro para integradores. Por eso es, en gran parte, tarea de los integradores:: nosotros, los que armamos el ecosistema donde el robot va a funcionar. Somos como el copiloto que tiene que asegurarse de que todo esté calibrado para que la experiencia no solo sea eficiente, sino también segura.
Un punto interesante: la ISO vuelve a poner sobre la mesa el concepto de “robots colaborativos”. La normativa es clara, el robot colaborativo no existe. Lo que existe son las aplicaciones colaborativas, que a veces se pierden en el marketing. Sí, pueden trabajar cerca de personas. Sí, pueden ser más «amigables». Pero no dejan de ser robots industriales, y eso implica riesgos si no se integran con criterio y sin los implementos de seguridad necesarios.
Algo que no puedo dejar de mencionar —y que lamentablemente ocurre en Chile— es que aún no existe regulación específica sobre la seguridad en celdas robóticas industriales. Esto genera un escenario en el que muchas veces los integradores priorizan costos y plazos por sobre la seguridad, y en el que los clientes, al no contar con una exigencia legal, no siempre consideran este aspecto como algo fundamental. En este contexto, la seguridad termina dependiendo del criterio y la responsabilidad de cada integrador y su contraparte.La vida y el bienestar de las personas siempre deben estar por encima de cualquier ahorro económico en medidas de seguridad.
Afortunadamente, hay empresas internacionales con presencia en Chile que exigen cumplir con la ISO 10218 o normativas similares, lo que nos empuja a mantener altos estándares. Pero este debería ser el estándar mínimo, no la excepción.
Esta actualización es una invitación a elevar el estándar. A pensar más allá del robot y diseñar soluciones completas, con una mirada crítica y responsable sobre su entorno.
La automatización no es solo tecnología. Es diseño, es criterio y es cuidado. Y en eso, todos jugamos un rol.”
En PAT Industrial, esta mirada está en el centro de cómo abordamos cada proyecto. Asumimos con responsabilidad el desafío de integrar tecnología de alto nivel en entornos complejos, sin perder de vista el factor humano. La actualización de la ISO 10218 no solo actualiza requisitos técnicos: nos recuerda el porqué de lo que hacemos.